Los signos de estrés y ansiedad en los niños a menudo aparecen como cambios físicos o de comportamiento. Los niños responden de manera diferente al estrés dependiendo de su edad, personalidades individuales y habilidades de afrontamiento, lo que puede hacer que muchos padres pasen por alto los problemas subyacentes que pueden estar causando el comportamiento de sus hijos.

Es importante que los padres reconozcan los signos del estrés infantil y busquen las posibles causas. Los padres generalmente pueden ayudar a los niños a manejar el estrés y la ansiedad, sin embargo, algunos niños pueden tener un trastorno de ansiedad y requieran de ayuda profesional.

Signos de ansiedad en los niños

Los niños pueden no reconocer su propia ansiedad y, a menudo, carecen de la madurez para explicar sus problemas estresantes reales o imaginarios. Esto puede hacer que surjan una variedad de signos físicos y de comportamiento, y los padres pueden no estar seguros de si se trata de síntomas de ansiedad o de un problema de salud.

Algunos signos comunes de estrés y ansiedad incluyen:

En el comportamiento o ámbito emocional

  • Dificultad para concentrarse.
  • Cambios de comportamiento, como mal humor, agresión, mal genio o apego.
  • Miedos incontrolables (miedo a la oscuridad, estar solo o a extraños).
  • Desarrollo de un hábito nervioso, como morderse las uñas.
  • Negativa continua a ir a la escuela.
  • Problemas de conducta en la escuela.
  • Acaparamiento de elementos de aparente insignificancia.

En el aspecto físico

  • Disminución o aumento del apetito.
  • Quejas de dolores de estómago o dolores de cabeza
  • Enuresis (Incontinencia urinaria)
  • Problemas de sueño o pesadillas.

Puede ayudar a identificar si estos signos son una alerta, cuando aparecen antes o después de ciertas actividades. La fuente de ansiedad y estrés en los niños puede ser algo externo, como un problema en la escuela, cambios en la familia o un conflicto con un amigo. Los sentimientos de ansiedad o el estrés también pueden ser causados ​​por los sentimientos y las presiones internas, como querer hacerlo bien en la escuela o encajar con sus compañeros.

Algunas causas comunes de estrés en los niños incluyen:

  • Grandes cambios en la familia.
  • Inestabilidad parental.
  • Horarios demasiado llenos.
  • Presión académica.
  • Popularidad.
  • Intimidación.
  • Evento catastrófico en las noticias.
  • Una película de miedo o un libro.

Hay formas saludables en las que su hijo puede sobrellevar y responder al estrés, solo necesitan ayuda y orientación. Puedes ayudar de las siguientes maneras:

  • Haz de tu hogar un lugar tranquilo, seguro y protegido al que pueda llegar.
  • Crea un ambiente hogareño relajado y comprométete con una rutina. Las cenas familiares o las noches de juegos pueden prevenir la ansiedad y ayudar a aliviar el estrés.
  • Supervisa los programas de televisión, videojuegos y libros de tu hijo.
  • Avísele a tu hijo sobre cualquier cambio anticipado y comenta los nuevos escenarios con ellos. Por ejemplo, si vas a aceptar un nuevo trabajo en una nueva ciudad, ¿qué significará eso para ellos en términos de una nueva escuela, nuevos amigos y un nuevo hogar?
  • Involucra a tu hijo en actividades sociales y deportivas donde pueda tener éxito.
  • Permite oportunidades donde tu hijo pueda tener control sobre una situación en su vida.
  • Adopta hábitos saludables como el ejercicio y el autocuidado para controlar tu propio estrés de manera saludable. Los niños a menudo imitan el comportamiento de sus padres.
  • Utiliza refuerzo positivo y métodos de disciplina que promuevan la salud y la autoestima.
  • Aprende a escuchar realmente a tu hijo sin ser crítico o resolver sus problemas. Proporciona orientación para enseñarle a tu hijo formas de entender y resolver los problemas que lo molestan.
  • Busca el consejo de un profesional de la salud, un consejero o un terapeuta si los signos de estrés no disminuyen o si tu hijo se siente más retraído, deprimido o infeliz. Los problemas en la escuela o al interactuar con amigos o familiares también son otro motivo de preocupación.

La ansiedad es un problema demasiado común que enfrentan los niños hoy en día. Cuando se trata de la ansiedad infantil, es posible que los alumnos más pequeños de la escuela primaria no puedan comprender o explicar sus propios sentimientos. Los niños mayores pueden entender lo que les molesta, aunque eso no es garantía de que compartan esa información con mamá o papá.

Estar al tanto de los cambios en el comportamiento de tu hijo le ayudará mejor a detectar problemas antes de que le afecten de más.

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